Quiero que sea 5 de octubre YA.
Levantarme y desayunar en el hotel, ducharnos -o llenar la bañera con sales-, charlar de todo lo que vimos e hicimos el día anterior y ir a comer a nuestra casa, donde espero que mi mamá nos haga la comida. Dormir un rato de siesta, hacer la maleta y organizar todo para irnos una semana a una isla griega, a sacar mil fotos de las mismas casas blancas con techos azules. Dar paseos interminables, charlar y comer mousaka y yogur hasta que no podamos más. Volver a Barcelona y que aún nos quede una semana de vacaciones.
Quiero que sea 5 de octubre YA.
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